
SABIDURÍA

Los sabios afirman que el miedo suele ser la raíz de casi todas las emociones negativas, cuando alguien reacciona con rabia, detrás de esa rabia se esconde un miedo a algo. Si la persona se calma y busca en su interior puede desentrañar un temor que se desfoga en emociones como éstas: Celos, odio, desconfianza, resentimiento, amargura, inseguridad, desilusión, frustración, tristeza.

Emociones que son como desechos o, en palabras más fuertes, son “BASURA EMOCIONAL”, por eso hay que sacarla del alma y no dejar que enlode todo y nos acabe con su tóxica pestilencia. Es una labor de limpieza espiritual que, a veces, pide la ayuda de un buen orientador. ¿A qué le temes? ¿A la soledad? ¿A la vejez? ¿A lo incierto? ¿Al fracaso? ¿A perder el control de todo y de todos?

¡Rompe ya las cadenas que tú mismo te has impuesto! A lo único que le debes tener miedo es a no ser tú mismo, a dejar pasar tu vida sin hacer lo que quieres, a desaprovechar esta oportunidad de mostrarte a otros, de decir lo que piensas, de compartir lo que tienes. Tú eres parte de la vida y como todos, puedes caminar con la frente en alto. Los errores del pasado ya han sido olvidados y los errores del futuro serán perdonados. Date cuenta de que nadie lleva un registro de tus faltas, solo tú mismo. Ese juez que te reprocha, ese verdugo que te castiga, ese mal amigo que siempre te critica, ¡ERES TÚ MISMO! Ya déjate en paz, perdónate, sólo TÚ puedes lograrlo!!!

Recuerda que la vida es tan corta y tan frágil que no tenemos tiempo que perder en rencores y estúpidas discusiones. Hoy es el día de perdonar las ofensas del pasado y de arreglar las viejas rencillas. Entrégate a los que amas sin esperar cambiarlos, acéptalos tal como son y respeta el don más valioso que han recibido: Su libertad. Disfruta de tus relaciones sin hacer dramas. Si pretendes que todos hagan lo que tú quieres o que sean como tú has decidido, si pretendes controlar a los que te rodean, llenarás tu vida de conflicto. Permite a otros que tomen sus propias decisiones como has de tomar las tuyas, tratando siempre de lograr lo que es mejor para todos. Así podrás llenar tu vida de armonía.

Una valiosa lección espiritual es renunciar al deseo de controlarlo todo. Es una renuncia que te regala una paz infinita. Detrás de ese afán por controlar, a veces compulsivo, está un Ego con una falsa seguridad. Al Ego le fascina tener el control, dominar, acomodar todo a su gusto y no aceptar errores. El Ego es perfeccionista, quiere tener siempre la razón y no es capaz de tolerar la incertidumbre.

Pero en la Tierra se avanza enfrentando la negatividad y si tú lo aceptas, el Ego se desmorona. Entonces surge tu Yo Superior, humilde, sereno, tolerante y capaz de buscar lo mejor presupuestando fallas. Una cosa es buscar que algo mejore y otra empecinarse en tener el control causando dolor. Acepta que los procesos piden tiempo y paciencia, acepta que los demás no tienen por qué marchar a tu ritmo.

